Europa es un punto estratégico realmente importante en lo relativo al mundo de los negocios. En primera instancia, lo es debido a que es un continente cargado de emprendedores y que es el hogar de muchas empresas de gran tamaño. En segunda instancia, porque es un punto neutral para dos continentes que optan a tener una posición privilegiada en lo que a comercio se refiere, como lo son América (especialmente América del Norte) y Asia. Eso nos da grandes ventajas a los europeos que tenemos que saber manejar.
Una de las grandes ventajas que vienen asociadas a ello es el hecho de que buena parte de las reuniones presenciales que se dan entre los mandatarios asiáticos y norteamericanos tienen lugar en alguna de nuestras ciudades. Europa es un continente que llama poderosamente la atención por su historia y su cultura y eso es lo que hace que muchas personas que se dedican a los negocios aprovechen uno de sus viajes para conocer alguna pequeña parte de la cultura y de la historia europeas.
Una de las ciudades en las que mejor puede apreciarse lo que acabamos de comentar es Barcelona, que cada año recibe la visita de miles de personas que, atraídas por una reunión de negocios a desarrollar en la Ciudad Condal, terminan descubriendo los rincones más apreciados de la urbe barcelonesa. La cantidad de cosas que tiene para ver Barcelona hace que normalmente la visita cause una buena impresión entre aquellas personas que la realizan y eso juega en favor de la economía y la imagen española y europea.
Un artículo publicado en El Periódico informaba de que Barcelona era, en el verano de 2014, una de las ciudades que copaban el ‘top 10’ en lo que tenía que ver con negocios y turismo. Desde luego, el distrito financiero de la ciudad es uno de los más potentes de Europa y no cabe la menor duda de que eso hace que elementos como la cooperación entre empresas sea algo que en la ciudad sea bastante habitual en los tiempos que corren. Y en eso, en efecto, tanto en Europa como en ciudades españolas como Barcelona, es algo que forma parte del día a día.
Quizá sea este uno de los motivos que expliquen por qué Barcelona fue elegida como la mejor ciudad en promoción y captación de inversión extranjera en Europa, una noticia que fue recogida por el diario El Economista el pasado mes de diciembre y que puso de manifiesto todo lo bueno que la ciudad es capaz de dar por sí misma en lo que tiene que ver con el mundo empresarial. Pocas ciudades hay en el resto de Europa que tengan la capacidad y la energía empresarial que tiene la Ciudad Condal, que como hemos visto también es una referencia mundial en este sentido.
Barcelona es el lugar ideal dentro de España y también de Europa para organizar una reunión entre empresas e iniciar o implementar una cooperación entre este tipo de entidades. Esta es una de las cuestiones en las que la ciudad se ha desarrollado más desde que tuvieran lugar los Juegos Olímpicos de 1992. Hemos estado charlando del asunto con los profesionales del hotel Boria Barcelona, que nos han comentado que este tipo de reuniones son las que más atraen hasta la ciudad a más cantidad de extranjeros. Y es que no cabe duda de que la cooperación entre empresas es una de las cuestiones que está de moda y que provoca que exista una mayor cantidad de viajes a ciudades como la Condal.
Una cooperación que va a más
Que la cooperación es algo que está de moda es algo que en Barcelona está fuera de toda duda. Es increíble la gran cantidad de personas de tantos países y tantas empresas que se da cita en un entorno como este para tratar de temas de primera importancia a nivel europeo o mundial. La enorme cantidad de ferias empresariales de las que puede hacer gala una ciudad así también tiene mucho que decir en el hecho de que se haya desarrollado tanto el ámbito de los negocios en un entorno como este.
La cooperación es necesaria y es necesario que, aunque vivamos en la sociedad de la información y de las nuevas tecnologías, se organicen reuniones periódicas y presenciales entre las personas y las empresas que se den cita en una determinada cuestión. De este modo habrá una colaboración más clara, más sincera y, sobre todo, más eficaz y eficiente. Y es que es precisamente eso lo que tenemos que perseguir sin descanso. Conseguirlo no es fácil, pero es factible.