Con la llegada del COVID-19 nos ha quedado clara una lección que no debemos olvidar en ningún momento de nuestras vidas a partir de ahora: la salud es lo más importante y lo que más tenemos que cuidar para garantizar una cierta calidad de vida. Hasta ahora, hemos priorizado en muchas ocasiones el dinero a la salud, y creemos firmemente que, en el transcurso de las últimas semanas, sois muchas las personas que habéis cambiado de opinión, al menos parcialmente. El destino nos ha dado una lección y creemos firmemente que vamos a aprender todos y todas un poquito de ella.
Lo que ha quedado claro últimamente es que es realmente importante realizar inversiones en materia sanitaria de manera continua. De lo contrario, nos podemos encontrar con que, como ha venido sucediendo, no hay medios ni humanos ni tecnológicos para hacer frente a cualquier tipo de problema que pueda atentar contra la salud pública de un país. Y ojo, no estamos criticando al sistema sanitario español ni mucho menos. Lo que estamos comentando lo hacemos desde una perspectiva global puesto que ningún país ha sabido escapar de la epidemia. Y eso revela que todavía tenemos muchas cosas que mejorar.
Pero es evidente que, a nivel nacional, hay muchas cosas que son mejorables y en las que salimos perdiendo con respecto a los países que nos rodean. Según una noticia del portal web Redacción Médica, especializado en diferentes cuestiones ligadas a la salud y la sanidad, España tiene menos camas por habitante que nuestros vecinos de la Unión Europea. En concreto, hay 3 camas por cada 1000 habitantes. Aquí es donde tendríamos que destinar una inversión considerable con un trabajo conjunto entre el Gobierno central y el de cada una de las comunidades autónomas.
Un estudio publicado por el Instituto Nacional de Estadística acerca de algunas de las cifras que nos dejó el año 2018 y que se denomina «España en cifras 2018» indicaba que, en nuestro país, estaba creciendo la edad media de las personas hospitalizadas. De hecho, la edad media de las personas que fueron dadas de alta en el año 2018 fue de 56,1 años, un dato bastante elevado. Eso quiere decir que a esas personas les hace falta una mejor tecnología y mayores cuidados por parte de todos y cada uno de los centros para que sus tratamientos funcionen mucho mejor.
De la colaboración de las empresas especializadas en tecnología y los hospitales depende la salud de las personas que tengan que hacer uso de esas instalaciones. Ha quedado en evidencia en los últimos meses que necesitamos muchos más avances en lo que respecta al cuidado de la salud de las personas y es evidente que, desde las instituciones públicas, se va a hacer lo posible para reforzar la Sanidad. O eso queremos pensar. Los profesionales de Cuidaria, una entidad dedicada al alquiler de grúas para enfermos, nos han comentado que ha crecido el número de instituciones que han contratado alguno de sus productos durante las últimas semanas. Esa, desde luego, es una muy buena noticia.
Debe haber más solidaridad que nunca
La situación que hemos padecido y la que seguiremos padeciendo en los próximos meses ha hecho que haya un brote que, lejos de ser vírico, tiene un carácter de lo más solidario. La solidaridad de miles de ciudadanos y ciudadanas anónimos ha hecho que haya sido posible proveer de elementos de primera necesidad a muchas personas. Ahora, es momento de que esa solidaridad no sea solo un brote y que se extienda durante todo el tiempo a partir del momento en el que nos encontramos.
Para ello, las empresas y las entidades públicas tienen que actuar más unidas que nunca. Y es que esa es la manera en la que tenemos que empezar a actuar en la actualidad. No podemos seguir permitiendo que cada cual haga las cosas por su cuenta, porque si no trabajamos en equipo no seremos capaces de, primero, identificar las necesidades que nuestra sociedad nos plantea y, segundo, dar una solución efectiva a esas necesidades y problemas que puedan formar parte de nuestro entorno.
Estamos convencidos de que va a haber un antes y un después en lo que tiene que ver con la solidaridad interpersonal y entre empresas e instituciones de cara a los próximos años. Desde luego, la situación no requiere menos. Todos y todas tenemos una gran responsabilidad para con nuestra sociedad y creemos que tenemos que cumplir con ella para hacer más y más posible que la situación en la que se encuentra nuestro país vaya a mejor. Teniendo en cuenta que el factor clave de la crisis es el sanitario (sin menospreciar, por supuesto, al económico o social) toda ayuda es poca.