Nos encontramos en un momento de la Historia en el que confiar en las nuevas tecnologías es lo más imprescindible para garantizar la supervivencia de la economía. De hecho, no es descabellado decir que lo que nos ha permitido salir de la crisis es el apoyo que ha venido mostrado el comercio electrónico a las diferentes empresas que lo han ido implementando. Muchos sectores de producción bien nos lo podrían asegurar en boca de varios de los ejecutivos que forman parte de sus empresas. Y no nos hubiese sorprendido en absoluto. Más bien al contrario.
La llegada del comercio electrónico, de hecho, ha hecho que para salir adelante necesitemos la colaboración de otras empresas. En este mismo artículo os vamos a poner el ejemplo de un modelo de negocio como el de la venta de disfraces, que ha tenido que implementar refuerzos logísticos como consecuencia de los pedidos que un montón de personas han llevado a cabo desde sus casas. Desde luego, de no haber sido por ese refuerzo logístico que a menudo prestan las agencias destinadas a tal efecto, no hubiera sido posible garantizar las entregas que la gente tanto espera.
Según una noticia que fue publicada en el portal web Merca2, en septiembre de 2018 se estaba disparando la venta de disfraces ante la festividad de Halloween de aquel año, algo que no nos sorprende en absoluto puesto que es uno de los momentos más esperados del año y no solo por los más pequeños, sino por personas de diferentes condiciones, edades, sexos y gustos. La verdad es que los disfraces realizan una contribución que es muy positiva al hecho de que estas fiestas sean tan celebradas y tan divertidas para tantas y tantas personas alrededor del mundo.
La colaboración entre empresas es algo que la sociedad en la que nos movemos nos exige para ser competitivos en el mercado. Las empresas necesitan, ahora más que nunca, la colaboración de las agencias especializadas en transporte y logística para hacer llegar, al consumidor final, el producto que ha pedido por Internet. Uno de los sectores que más nota este cambio es el que tiene que ver con la venta de disfraces, un producto que, según nos han comentado los profesionales de Disfrazarte Shop, cada vez se demanda más a través de Internet en lugar de acudir a una tienda física.
El comercio electrónico, de récord
El comercio electrónico sigue creciendo a pasos agigantados en todo el mundo y no cabe la menor duda de que lo va a seguir haciendo conforme avancen los meses y los años. Según indicaba el portal web Autónomos y Emprendedor, esta rama de comercio volvió a batir su récord de facturación en el pasado año 2019, rozando los 12.000 millones de euros, lo cual es una auténtica salvajada. La verdad es que son cifras como para dejar de minusvalorar la potencia, el recorrido y los logros de un modelo de negocio que está destinado a ser el más importante de todos en muy poco tiempo.
Que el comercio electrónico esté pasando por este gran momento tiene mucho que ver con el hecho de que las empresas estén colaborando entre ellas con el fin de que se preste un servicio final que encaje a la perfección con lo que demanda el cliente final en estos momentos. Desde luego, es evidente que de no ser por esa colaboración sería mucho menos posible, por no decir imposible, que esos clientes se sintieran plenamente satisfechos, algo que hay que asegurar a toda costa en los tiempos que corren.
Las empresas saben a la perfección de lo que estamos hablando y por eso han invertido mucho tiempo y dinero en conseguir que se cumpla con ese propósito. Y es que, de no ser así, no existe un futuro que sea alentador para la entidad. Hoy en día hay que procurar que el cliente final esté contento con nuestra labor porque, debido a la existencia de las redes sociales, puede provocarnos muchos problemas si no termina nada contento con nuestro trabajo. Las empresas tienen que cuidar de su imagen a toda costa y prestar servicios rápidos y eficaces es la mejor manera de conseguirlo sin ningún tipo de duda.
La colaboración entre empresas siempre va a ser una de las mejores maneras de hacer posible que un cliente final obtenga un producto o servicio que necesita con cierta urgencia. Por tanto, si cumplimos con el objetivo es bastante fácil que el cliente obtenga una imagen estupenda tanto de la empresa que le ha vendido el producto como de la que se lo ha distribuido, en el caso de un producto como el de los disfraces, al que ya nos hemos referido anteriormente.