La Edad Media es un periodo de la Historia que ha llamado la atención de millones de personas que han existido después del fin de ese momento. La amplitud temporal de un momento histórico como el que nos acabamos de referir hace que su estudio y su recreación sean particularmente difíciles en algunos casos, pero también amplían el abanico de sucesos acaecidos a lo largo de él. Nadie tiene la menor duda de que la Edad Media, ya sea por unos u otros motivos, suscita un interés del que no pueden presumir todos los periodos históricos.
No es de extrañar, por tanto, que todavía a día de hoy existan un montón de mercadillos medievales y eventos en los que se represente alguna escena típica de un momento como aquel. La gente, por lo general, tiene mucha curiosidad acerca de cómo se vivía en el pasado. Y, a diferencia de lo que ocurre con todo lo que tiene que ver con la Edad Moderna, no tenemos a ningún abuelo o abuela que nos pudiera explicar qué cosas eran típicas del periodo medieval. Tenemos que recurrir a otras fuentes, y eso es lo que proporciona un gran interés a los mercadillos medievales y a todo tipo de eventos en los que la Edad Media se encuentre presente.
Todo esto, además, se ve reforzado por el hecho de que, en España, existe una buena cantidad de municipios que todavía conservan buena parte del aspecto que tenían durante el periodo medieval. En una noticia que hemos consultado y que pertenece a la página web escapadarural.com, aparecen 24 pueblos medievales y preciosos que todavía siguen formando parte de la geografía española y que deben ser una fuente de orgullo para todos y cada uno de sus habitantes. Como podréis ver si accedéis a la noticia, aunque hay una mayoría que se concentra en Cataluña y Aragón, lo cierto es que hay algún pueblo con estas características casi en todas las comunidades autónomas.
Sin embargo, todo lo que tenga que ver con la vida medieval trasciende de las fronteras de esos pueblos y llega hasta los lugares más modernos. Esa es una gran noticia para nuestra sociedad puesto que se tiene en cuenta nuestro pasado, se valora la Historia y se procura aprender de ella. Ese es siempre uno de los objetivos que se tienen en cuenta a la hora de desarrollar todos esos eventos medievales de los que estábamos hablando en los párrafos anteriores.
Que todo lo medieval continúe siendo recordado y representado en diversos pueblos y ciudades de la geografía española en pleno siglo XXI es una estupenda noticia por varias razones. Para nosotros, la más importante es que permite que muchos trajes tradicionales y que tienen su origen en la Edad Media se sigan conservando y admirando en los tiempos que corren. Desde Eviltailors nos han indicado que la demanda de atuendos como estos se ha multiplicado de un tiempo a esta parte y que son muchas las personas que, por este motivo, han perdido la vergüenza para participar en cualquier teatro medieval.
El valor que esto tiene es incalculable. Conocer la historia del lugar en que se encuentra es uno de los valores más grandes que puede adquirir una persona. Y no podemos prescindir de conocimientos como estos. Muchos matices de nuestra cultura, de nuestra lengua e incluso de nuestra economía proceden de un período como la Edad Media y nos pegaríamos un tiro en el pie si nos negáramos a conocer más acerca de una época que todavía a día de hoy genera ciertas influencias en la sociedad.
Las aulas no son el único lugar en el que aprender
Hay una tendencia generalizada entre la población que viene a decir que el lugar en el que se produce un aprendizaje por parte de un menor es su propia clase. Es cierto que es en ese entorno donde los más pequeños y pequeñas pueden adquirir una mayor cantidad de conocimientos, pero eso no quiere decir que tenga que ser el único lugar en el que adquieran nuevos valores. De hecho, es positivo que se produzca un aprendizaje más allá de los colegios y los institutos y todo lo que tiene que ver con los eventos medievales contribuye de una manera sustancial a que así sea.
Nunca hay que olvidarnos de consejos como el que os acabamos de dar. Aprender es algo no solo propio de las aulas, sino de la vida en general, y de cada experiencia podemos extraer un aprendizaje, con independencia del lugar en el que nos encontramos. Y eso es algo que nos ocurre cuando tenemos 10 años y cuando tenemos 30. La importancia de esto es muy grande porque nos convierte en seres que ven en la cultura la mejor manera de desarrollarse.