Cuando se piensa en una asesoría o en un asesor, la gente piensa en grandes empresas que pasan tantas facturas y millones por sus manos que tienen que delegar en ellos. Bien, eso es cierto, pero también es cierto que las pymes y autónomos lo necesitan. En este caso me quiero parar en los autónomos, o como a mí me gustan llamarlos, ‘heroetónomos’.
Un concepto inventado por mí (sé que no llegará a hacerse viral) pero que resume muy bien su labor. Y es que ahora mismo en España ser un autónomo es un deporte de riesgo, una actividad que solo puedes sacar adelante si tienes super poderes como los héroes. No sé si en este caso se necesita capa para volar o un poder para llegar a final de mes, pero está claro que ahora mismo en este país serlo es para rodar una película de ciencia ficción.
Es el momento de dejarte asesorar en conceptos como el asesoramiento fiscal, que según indican desde la asesoría Capellas i Associats, es uno de los servicios más demandados por las empresas debido a los cambios continuos de la normativa. Una asesoría sirve para planificar y diseñar una política fiscal que permita clientes cumplir con las obligaciones tributarias y conocer los beneficios fiscales que la legislación vigente ofrece en cada momento. Y esto es algo importante, ya que dejas de perder dinero, e incluso puedes ganar.
Ser autónomo en España es complicado. En primer lugar, porque son muchas las dificultades a las que se enfrenta. Los autónomos, todos los meses, se facture más o menos, deben pagar sus cotizaciones a la Seguridad Social, lo que implica un gasto mensual fijo. Y esto es todos los meses igual. Al contrario que en otros países, donde hay muchas más limitaciones, aquí siempre se paga lo mismo. Y suele rondar de mínimo los 300 euros. Es decir que en tu cuenta ya partes con -300.
Es cierto que existe La tarifa plana, que reduce las cuotas al inicio de la actividad, pero es limitada y no resuelve el problema a largo plazo.
Yo he sido autónomo y si algo me molestaba, además de los famosos 300 euros, es lo de tener que hacer papeleos y más papeleos. Con lo fácil que es para un trabajador empleado a cuenta ajena cobrar todos los meses… Aquí en España, los trámites administrativos pueden ser complejos y lentos, muy lentos.
Esto incrementa la carga de trabajo y los costos de gestión, y hace que la vida del autónomo sea muy compleja. La facturación, la presentación de impuestos como el famoso IVA cada tres meses, las solicitudes de ayudas o subvenciones requieren un conocimiento detallado de la normativa. SI te dedicas a estas cosas, está claro que no puedes dar el 100% en el negocio.
Y si algo cuesta de hacer, más cuesta de cobrar. Y es que en el mundo de los autónomos hay mucha morosidad. Es decir, que hay muchos retrasos en los pagos de clientes o empresas con los que trabajan.
Esto provoca una alarmante falta de liquidez debido a estos retrasos. Y es ahí donde comienzas a estar en un alambre sin red abajo. Su viabilidad económica es un riesgo grande que puede afectar a la capacidad para afrontar los gastos fijos del negocio. Vamos que si no entra dinero no puedes seguir con ello.
Nadie se pone malo
EL chiste es viejo, pero es una realidad. “Yo nunca me he puesto malo, soy autónomo”. Y es así, aunque existen coberturas que están llegando, los autónomos tienen derecho a una baja por enfermedad o accidente, pero es muy reducida comparada con la de los trabajadores por cuenta ajena. Está claro que si tienes que cogerte la baja, los billetes ya no entran en la caja.
Y sí, para los autónomos la conciliación es muy complicada. Al ser tu jefe, somos muchos los autónomos que tenemos que dedicar largas horas a darle duro, lo que perjudica a nuestra vida en familia. Es el momento de tener que trabajar por las noches y prepara unas buenas tazas de café.
Además, los autónomos, sobre todo los del mundo rural, no tienen acceso a formación continua, Esto es lo que que puede generar dificultades para adaptarse a los cambios tecnológicos o a nuevas tendencias de mercado. Lo de digitalizar está muy bien, pero díselo tú a ese hombre de 60 años que vive en un pueblo…
Ya has visto que el camino es complicado, por eso lo mejor y lo más recomendable, es ponerte en manos de un asesor. Como te he dicho, te va a servir para ahorrar tiempo y dinero, y para un autónomo son dos conceptos básicos.