La colocación de implantes dentales ha incorporado en las últimas décadas importantes avances tecnológicos que han hecho que este tratamiento sea más preciso, más rápido y más seguro. Permitiendo la reposición de los dientes hasta en las condiciones más complicadas. Se trata del uso de la tecnología CAD/CAM, de los implantes de carga inmediata, de los implantes de zirconio y de la regeneración ósea guiada.
Aunque a grandes rasgos todos sabemos qué es un implante dental, no viene mal resituarlo como punto de partida. El implante es ese tornillo que se sumerge dentro de la encía y sobre el que se colocará la prótesis dental.
En realidad se trata de un apósito clínico que debe soldarse con la estructura ósea maxilofacial de paciente para impedir que la prótesis se mueva y para que soporte la tensión propia de la masticación de alimentos. Sin el implante, la prótesis dental se caería.
Antes de proceder a la colocación de la prótesis fija, se debe producir la osteointegración. Es decir, la unión molecular entre el implante y los huesos alveolares. De manera que el implante quede firme, como si fuera una prolongación del hueso. Para lograr este objetivo, los implantes se fabrican con materiales biocompatibles con el cuerpo humano, como el titanio. La osteointegración no es inmediata. Suele durar entre 3 y 6 meses. Tiempo que el paciente debe esperar hasta la colocación del diente postizo.
Esta osteointegración no está exenta de peligros. Cuando se coloca el implante, se abre una pequeña hendidura en la encía por donde puede penetrar la placa bacteriana. Provocando una infección en los tejidos blandos que rodean el implante que se llama perimplantitis.
Todos estos problemas se resuelven en gran medida con los últimos avances tecnológicos incorporados a este tratamiento.
Tecnología CAD/CAM.
La tecnología CAD/CAM consiste en el diseño y fabricación de piezas de alta precisión asistida por ordenador.
Es una tecnología digital que comenzó utilizándose en la ingeniería industrial. En ramas como la industria aeronáutica y aeroespacial. Con el tiempo se adaptó a la medicina. Con este sistema se diseñan y fabrican gran parte de las prótesis de rodilla y de cadera que se colocan en la actualidad.
Su incorporación en la salud dental ha sido decisiva para colocar implantes dentales precisos y seguros para el paciente.
Gracias a los medios de diagnóstico por imagen computarizada, como las tomografías, el ordenador puede recrear una réplica exacta de la boca del paciente. Un modelo que le servirá de base al cirujano para diseñar el implante dental adecuado.
Lo bueno que tiene este sistema es que permite simular pruebas de acierto y error sin tocar la boca del paciente. Trabajando sobre el modelo informático. Esto permite diseñar implantes más precisos, que se adaptan a las condiciones concretas de la boca y que efectúan una osteointegración firme y segura.
Una vez el cirujano ha diseñado el implante adecuado, da la orden al ordenador para que la fabrique. Por medio de un sistema de fresas y troqueles mecanizados, el ordenador produce un implante exactamente igual al del diseño informático.
Con esta técnica se aumenta considerablemente el éxito de los implantes dentales. Se reducen las posibilidades de rechazo, de que el implante se caiga o de que no llegue a integrarse correctamente con la estructura ósea maxilofacial.
Es una técnica que permite un tratamiento personalizado y que posibilita que se coloquen implantes donde hay poco espacio o donde el soporte óseo presenta irregularidades.
Los implantes de carga inmediata.
La carga inmediata es una técnica novedosa que permite colocar la prótesis dental (corona) el mismo día que se pone el implante.
Como ya hemos visto, para colocar un implante es necesario esperar a que se efectúe la osteointegración. El paciente debe aguardar varios meses para ver su dentadura restaurada.
Este tiempo se elimina con la colocación de implantes de carga inmediata. De esta forma, el paciente verá recuperada la operatividad de su boca y mejorará la apariencia de la dentadura.
Esto se puede hacer porque la corona que se coloca sobre el implante no descarga la tensión sobre este, sino sobre las encías, debido a su diseño específico. Para poder realizar este tratamiento, la encía colindante al implante debe estar sana y fuerte. Debe soportar la presión que sobre ella ejercerá la prótesis dental.
Por lo general, la prótesis que se coloca en un primer momento es provisional. Se sustituirá por una prótesis definitiva en el momento en el que culmine la osteointegración. Aun así, representa un adelanto significativo. El paciente desde el primer día podrá comer y hablar con naturalidad, sin tener que exhibir su mella.
La revista Gaceta Dental señala que este procedimiento acorta el tiempo de osteointegración y permite que se efectúe de una manera más segura. La prótesis provisional protege el implante dental. Eliminando tensiones que puedan hacer que se mueva.
La zona donde se ha colocado el implante queda cubierta. Lo que facilita que la hendidura cicatrice sin problemas y que la encía genere tejido que recubra al implante, como sucede con el tejido gingival que recubre la base de los dientes naturales y que contribuyen a que queden firmes.
El protocolo de la carga inmediata comenzó a utilizarse a finales de la década de los 90 del siglo pasado. En estos poco más de 25 años en los que se lleva usando, este procedimiento se ha perfeccionado.
Implantes de zirconio.
El zirconio es un mineral cerámico que se usa bastante en odontología. Se hace por su dureza, porque es biocompatible y, sobre todo, por su apariencia. Este mineral tiene un color blanco brillante y una estructura parecida a la del esmalte dental.
Con zirconio se fabrican prótesis, carillas y fundas dentales.
El uso del zirconio en la fabricación de implantes va más allá de su efecto estético. El zirconio tiene una superficie cerámica que resulta resbaladiza para la placa bacteriana. Reduciendo las posibilidades de infección.
Uno de los riesgos más peligrosos que tiene la colocación de un implante es que la zona que lo rodea se infecte de bacterias. En ocasiones, los implantes de titanio actúan como un foco de infección, ya que retienen placa bacteriana que queda adherida a su superficie. Esta placa bacteriana infectará el interior de la encía y el hueso alveolar, provocando sangrado, enrojecimiento y dolor intenso.
Para erradicar la perimplantitis, infección en torno al implante, en algunas ocasiones hay que realizar una intervención quirúrgica, para sanear la zona y, dependiendo de la gravedad, retirar el implante.
Esto no sucede con los implantes de zirconio. Que reducen hasta en un 90% las posibilidades de infección.
El cirujano maxilar Dr. Cornejo afirma en la revista Top Doctors que los implantes de zirconio se utilizan en aquellos pacientes que son alérgicos al titanio. Un caso que es poco frecuente, pero que existe. También son utilizados por la odontología holística. Una corriente de la odontología que pretende abordar la dentadura de una manera global. Integrada con el resto del cuerpo.
El desarrollo de los implantes de zirconio ha sido fruto de un periodo de investigación de décadas.
Regeneración ósea guiada.
Los odontólogos de Blanc Clinic, una clínica dental multidisciplinar de Mahón (Menorca), con un importante peso en cirugía dental y rehabilitación oral, dicen que la rehabilitación guiada sirve para regenerar el hueso maxilar cuando casi ni existe. De esta manera se puede colocar el implante dental en la zona.
Cuando perdemos un diente, el hueso alveolar que lo sujetaba tiene a retrotraerse. Se produce una reabsorción ósea que hace que la cantidad de hueso maxilar disminuya. Cuanto más tiempo transcurra entre la pérdida de la pieza dental y la colocación del implante, menos calidad y cantidad de hueso tendremos.
Este problema también aparece cuando el paciente ha sufrido enfermedades graves en las encías. Como la periodontitis. Esta enfermedad consiste en la formación de bolsas de placa bacteriana en el interior de la encía, que infectan los tejidos blandos y erosionan el hueso que sujeta el diente. La periodontitis en su desarrollo provoca la caída de los dientes, pero también dificulta su reposición. Ya que la cantidad de hueso alveolar ha disminuido.
Las técnicas más utilizadas para regenerar el hueso maxilar son los injertos de hueso y las membranas.
El injerto de hueso consiste en colocar sobre la zona afectada un pequeño trasplante de hueso, que puede ser del paciente (autoinjerto) o que puede proceder de otra especie animal (vacas, cerdos o caballos), los xero-injertos. Los injertos se fusionan con el hueso existente por medio de un proceso parecido al de la osteointegración. Es decir, se produce una unidad molecular hasta que injerto y hueso natural forman una sola pieza.
En determinados casos, la colocación de injerto no es suficiente para que prenda. Por lo que hay que reforzarla con una membrana que contenga moléculas naturales, como el colágeno o algún material sintético con propiedades parecidas. De esta manera, pasados unos meses, se puede colocar el implante.
Todas estas innovaciones tecnológicas han permitido que la colocación de implantes se cada vez más exitosa y menos invasiva.
