Hay cosas que son evidentes y que no se pueden negar por mucho que nos empeñemos en ello. Lo que os vamos a comentar en el artículo que aquí empieza es un buen ejemplo de ello y tiene que ver con la necesidad de que las empresas colaboren entre sí para que se consiga una mejor calidad en sus productos o servicios y que, por ende, disponga de más posibilidades para crecer y tener éxito entre sus clientes. Desde luego, nadie tiene la menor duda de que es más necesario que nunca fomentar esa conexión interempresarial para tratar de mejorar nuestras cifras de negocio.
Pensemos en la ayuda que puede recibir una entidad en lo que tiene que ver con su desarrollo. No nos costará mucho llegar a la conclusión de que donde más ayuda puede recibir es en el aspecto relacionado con la gestión de sus bienes, el pago de sus impuestos y las diferentes trabas legales que pueda tener asociadas a diferentes asuntos. Por eso, la empresa que más puede ayudar a las empresas, valga la redundancia, no es otra que la gestoría o la asesoría, que se ha convertido en una herramienta básica para este tipo de entidades.
Una gestoría o asesoría es especialmente importante para las pequeñas o medianas empresas, que son quienes más necesitan este tipo de servicios. A nadie se le escapa el hecho de que este tipo de empresas no tiene capacidad para constituir un departamento contable o legal propio y ese es el motivo por el que tienen que acudir hasta entidades del sector del que venimos hablando. Y la verdad es que, en términos operativos, es una opción bastante adecuada y acometida en los momentos en los que nos encontramos.
Es evidente que las empresas pequeñas y medianas necesitan de la ayuda de otras entidades para tratar de acometer todos los asuntos que deben resolver desde el punto de vista legal, laboral, contable o fiscal. Así nos lo han comentado desde Martín Laucirica, una entidad vizcaína que cuyos clientes suelen ser empresas de pequeño tamaño, en la mayoría de ocasiones empresas familiares. Los profesionales de esta entidad nos han asegurado que, además, las pequeñas empresas que han decidido apostar por sus servicios son cada día más. Y eso demuestra que los servicios de gestoría o asesoría son realmente importantes a día de hoy.
Mirándolo desde el punto de vista de los clientes, esas pequeñas empresas, es algo lógico y normal. El emprendedor tiene la necesidad de quitarse cosas de la cabeza, al menos de manera temporal, para tratar de llevar a cabo otra serie de asuntos o de proyectos. Y esta es una buena manera de llevarlo a efecto. Desde luego, eso es lo que piensan muchos de los pequeños empresarios vizcaínos y españoles de la actualidad. Y es que esta es una de las mayores necesidades y ejemplos de colaboración interempresarial de la actualidad.
Una necesidad creciente
No cabe la menor duda de que esta es una de las grandes necesidades de las empresas en un momento como en el que nos encontramos. Eso explica que exista un organismo como lo es la AEDAF, la Asociación Española de Asesores Fiscales, que solo guarda relación con uno de los frentes de acción de las asesorías y gestorías de este país. Y es que este sector se ha desarrollado también de una manera bastante importante teniendo en cuenta la enorme cantidad de empresas que han comenzado, de un tiempo a esta parte, a depositar su confianza en una asesoría o gestoría.
Los resultados de este tipo de colaboración están fuera de toda duda por parte de las dos vertientes, la de las empresas que prestan el servicio y la de las que lo reciben. No es para menos. El cliente ve cómo, en lo relativo a su empresa, tiene la posibilidad de dedicarle más tiempo a otro tipo de cuestiones mientras que, por otro lado, el prestador encuentra la manera de potenciar su imagen entre su público objetivo. Desde luego, es una operación que da beneficios para ambas partes. Nadie se atreve a dudarlo en los tiempos que corren.
En los próximos años veremos si continúa creciendo el número de entidades que confían en este tipo de empresas. La verdad es que la cosa apunta bien. Desde hace tiempo es bastante importante ese número. Y es que en España hay una cierta cultura de externalizar, por llamarlo de alguna manera, este tipo de asuntos en entidades que se encuentren especializadas en ello. Es la mejor manera de seguir teniendo controlados todos los asuntos que tienen que ver con nuestra empresa sin necesidad de quebrarnos la cabeza. Y esa es una cuestión de la máxima importancia para cualquier tipo de empresario.