No hay mayor reto en esta vida que emprender un negocio y tratar de que, día a día, salga hacia delante esquivando todo tipo de obstáculos e imprevistos. Esto es lo que pasa habitualmente en la vida de los emprendedores. Su rutina es como la de un corredor de los 110 metros vallas. A cada pocos pasos, tiene que esquivar uno de los golpes que ha preparado la vida. El último de esos golpes, qué duda cabe, ha tenido que ver con la pandemia que todavía hoy sigue ocasionando estragos a los empresarios de nuestro país y del mundo entero.
Prácticamente todos los sectores de producción han notado los efectos de la llegada del coronavirus. Y, ahora que pronto vamos a hacer un año y medio de la llegada de esta situación, la verdad es que el análisis de la situación no ha sido nada bueno. Son muchas las empresas que se han visto obligadas a cerrar sus puertas como consecuencia primero de los cierres y, en segunda instancia, de las restricciones que han ido caracterizando la vida en los últimos meses. Hemos vivido una situación complicada y eso se sigue notando todavía. Y no sabemos lo que nos queda.
Pero, ¿por qué buena parte de los negocios se han ido a pique con la situación que nos ha tocado vivir? Todo está relacionado con la liquidez de la que disponen especialmente las pequeñas empresas y la financiación de la que pueden disponer. Sin estos dos conceptos, es evidente que ninguna de ellas tiene posibilidad alguna de sobrevivir. Hay que tener en cuenta que las empresas pequeñas o de mediano tamaño son más susceptibles de sufrir los efectos de las sucesivas crisis económica. Y los últimos tiempos están siendo especialmente complicados para ellas porque hemos encadenado una mala década desde que en 2008 arrancara la peor crisis económica desde 1929 y, acto seguido, con la llegada del coronavirus.
Una noticia que hemos podido extraer de la web Autonomosyemprendedor.es aseguraba que el Banco de España ya había alertado de que los negocios iban a quedarse sin liquidez. Y eso lo decía en un momento como el mes de agosto del año pasado, en el que las cosas no estaban tan mal como lo estaban en los meses de marzo o abril. Efectivamente, después de esa noticia vimos cómo, una vez más, y a medida que el número de positivos crecía y aumentaban las restricciones, los negocios iban enfrentándose a cada vez más problemas. Problemas que, en muchos casos, eran su sentencia de muerte.
Otra información, en este caso publicada por la página web de El Independiente, aseguraba que las empresas necesitaban un total de 155.000 millones de euros para combatir el golpe sufrido por la llegada de la pandemia. Como veis, se trata de un volumen de dinero muy importante que, por desgracia, no ha llegado a todos los rincones y que ha provocado que sean no solo muchas las empresas que se vayan al garete, sino que pase lo propio con el empleo de miles y miles de personas en todos y cada uno de nuestros pueblos y ciudades.
Estamos en un momento en el que todos los negocios, aunque en especial los que son de menor tamaño, necesitan la ayuda de otras empresas para mantenerse, especialmente en lo que tiene que ver con la financiación. Con la llegada de la pandemia, se ha multiplicado por diez el número de negocios que ha recurrido a una financiación no bancaria para intentar evitar el cese de su actividad. Así es como nos lo han contado los profesionales de Findango Finance.
Sin ella, la situación habría sido desoladora
La situación económica y empresarial que existe en España después del coronavirus es bastante preocupante, eso es innegable. Pero imaginaos lo que hubiera pasado si no hubiera existido esa colaboración entre empresas de la que os hablábamos en el párrafo anterior. La verdad es que el contexto en el que se encuadraría un país como España sería indescriptible, la cola del paro sería mucho más larga y, por ende, la pobreza se habría cebado con la población. Habríamos retrocedido en prácticamente cada uno de los ámbitos de nuestra vida.
Los tiempos que se avecinan tampoco van a ser fáciles, pero si algo hemos aprendido durante todos estos meses es que la resiliencia de muchos negocios en España es tremenda y que, con la ayuda adecuada, obtendrán todo lo que necesitan para subsistir, incluso en un momento como en el que nos está tocando vivir. Cuando superemos todo esto, seremos capaces de comprobar el mérito que eso ha tenido y valoraremos como realmente se merece la colaboración que ha existido entre diferentes negocios y empresas en nuestro país.