¿Os consideráis personas felices? Si lo sois, ¿qué habéis tenido en cuenta para estar seguros o seguras de ello? Y si no lo sois, ¿qué consideráis que os falta para llegar a serlo? Con lo rápido que gira el mundo ahora mismo, cada vez hay menos espacio para hacerse esta pregunta de vez en cuando, potenciar todo lo que nos hace felices y corregir aquello que nos impide alcanzar ese estado. Todo el mundo debería sentarse tranquilamente para valorar aspectos como de los que estamos hablando. Si no es así, quizá nunca alcancemos esa felicidad para la que tanto tiempo invertimos.
Hay muchas cosas que juegan un papel esencial en lo que a alcanzar la felicidad se refiere. En primera instancia, el dinero y el trabajo son elementales e interdependientes. Aunque haya gente que intente convencer a los que se encuentran a su alrededor de lo contrario, lo cierto es que tener dinero sí que proporciona felicidad porque nos hace saber que tenemos un colchón de seguridad en todo momento. Las relaciones sociales de las que dispongamos, unidas a lo bien que nos pueda ir en el amor, también son claves. Y, finalmente y como no podía ser de otra manera, el hogar juega una importancia tremenda a la hora de determinar si somos felices o no.
Vamos a hablar precisamente de eso, de la felicidad que nos proporciona el hogar. Se trata del sitio en el que más tiempo pasamos y, por tanto, en el que más argumentos vamos a poder encontrar para intentar ser felices. No cabe la menor duda de que es tan real como la vida misma. No es lo mismo vivir en un hogar grande que hacerlo en uno pequeño. No es lo mismo conseguir una buena distribución del espacio que no conseguirlo. Finalmente, no es lo mismo vivir con alguien a quien adoramos que vivir con una persona con la que simplemente compartimos el alquiler.
Uno de los aspectos que más influye en la comodidad del hogar es el relativo a las telas con las que se confeccionan los sofás o sillones de nuestro salón o la ropa de cama de nuestro dormitorio. La comodidad y el descanso son imprescindibles a la hora de garantizar nuestra felicidad y la gente lo sabe. Solo así se puede explicar el crecimiento de la inversión de las familias españolas en estos asuntos, algo de lo que nos han hablado recientemente los profesionales de Rioma.
¿Somos felices o realmente nos hace falta algo más?
Sin duda, es una de las grandes preguntas que nos podemos hacer en los momentos en los que nos encontramos. Existe una sensación generalizada de que la vida era mejor antes, que ahora hay demasiadas preocupaciones como para vivir con la tranquilidad con la que sería idóneo vivir. Está claro que podemos mejorar en muchas cosas y es evidente que, en lo que respecta al hogar, podríamos conseguir todavía más mejoras que las que estamos implementando en la actualidad.
Según una noticia publicada en la web del diario La Vanguardia en octubre de 2020, solo el 38% de los españoles era feliz. Uno de los motivos para alcanzar un porcentaje tan pobre era la pandemia, que ya se extendía durante siete meses y que había empezado a resultar demasiado pesada para la gente. De hecho, fuimos el país con un porcentaje de felicidad más bajo durante la pandemia y está claro que eso tuvo un impacto severo sobre la salud mental de la población española, una población que normalmente suele ser más feliz y alegre que la media mundial.
El hogar juega un importante papel en lo que a la felicidad respecta y, en España, está acreditada una serie de desventajas de los hogares, que son las siguientes:
- Normalmente, en España somos muy de vivir en vertical. Buena parte de la población vive en pisos, lo que hace que el espacio en el que se reside sea más bajo que en otras naciones.
- Por otro lado, otra gran parte de las casas y pisos de España tienen un mal aislamiento térmico y acústico. Teniendo en cuenta lo primero y las temperaturas extremas que se viven en muchas de las zonas de nuestra geografía, eso supone un gran problema.
- Finalmente, muchos de los edificios de casas y viviendas necesitan una rehabilitación porque fueron construidos hace mucho tiempo y ahora nadie se ha propuesto modernizarlos.
Todo eso hace que haya gente que se preocupe por la calidad de su vida en el hogar. No obstante, y como os hemos venido indicando, hay visos para creer en la mejora. Todo lo que afecte a nuestras zonas de descanso es enormemente importante y es por ahí por donde estamos procurando encontrar una mejora. Ojalá que todo el mundo lo consiga más pronto que tarde.