A nadie le extraña que el sector vinícola se haya convertido en toda una relevancia en España. Pero no solo desde el punto de vista económico o medioambiental, sino también desde el punto de vista social y cultural. El vino es una de las bebidas preferidas para acompañar las tradicionales tapas y un elemento socializador clave que se ha metido en nuestras vidas. En España, los más consumidos son los vinos sin Denominación de Origen y los vinos tranquilos. Además, se prefieren los tintos a los blancos o rosados. Aunque lo más destacado es la evolución que ha tenido este sector.
Hace poco se celebró una conferencia bajo el título ¿Cómo entiende el sector del vino la Innovación? Este debate fue en abierto y en él participaron enólogos y propietarios de bodegas de mucho prestigio. La mesa estuvo moderada por Fernando Chivite, experto en enología y sostenibilidad y delegado de la Plataforma Tecnológica del Vino. La verdad es que escuché cosas muy interesantes.
Lo que quedó claro es que las nuevas tendencias en tecnología pueden ayudar a rentabilizar el viñedo. En aspectos tan importantes como mejorar la uva y a acometer los problemas que en el mercado se le plantean al sector del vino. La primera conclusión común fue que la viticultura está cambiando, y por tanto todo tiene que cambiar. El enfoque se basa en que la huida del viticultor hacia las grandes producciones en busca de la rentabilidad de los viñedos está condicionando la calidad del vino final.
Algo más que vino
Ahora hay un reto muy importante, que es que las bodegas en la actualidad no sólo se limiten a producir vino, también tienen que al tanto de las nuevas tendencias de consumo para ofrecer productos ligados a nuevas demandas por parte los clientes. Durante la asamblea de la Plataforma Tecnológica del Vino la firma Boada Tecnología explicó su propio caso que ha dado lugar a la creación de una firma de prestigio.
Una empresa nacida en el 2008 y dedicada a la comercialización, innovación y fabricación de máquinas para hacer vino, cava, aceite, cerveza, sidra y sus respectivos accesorios. Ellos han sabido encontrar ese nicho de mercado.
En BOADA innovan continuamente con sus productos. Prueba de ello es la línea de la máquina etiquetadora manual, semiautomática y automática de botellas a la que le han añadido la pantalla táctil de serie, así como las máquinas llenadoras Bag in Box que tienen en venta. Otro ejemplo de producto innovador es la bomba peristáltica PLT con posibilidad de desmontar la tolva de alimentación fácilmente y utilizarla durante el proceso de entrada del producto y su elaboración.
En estos últimos años también se han convertido en distribuidores exclusivos de diferentes fabricantes en España y Andorra. Uno de ellos es Letina, fabricante de depósitos inoxidables para vino y aceite a nivel mundial responsable de, por ejemplo, la ampliación de instalaciones en Moët & Chandon. Lo que está claro es que la innovación está relacionada con el mundo del vino y es donde hay que llegar.
Futuro tecnológico
Otro caso curioso fue el del corcho y las barricas y su futuro tecnológico en constante renovación. La innovación puede hacer por el producto de cara al consumidor más allá del vino en sí, un ejemplo del camino a seguir por otros segmentos del sector vitivinícola. Y por último desde el público se quiso destacar, la importancia de adecuar la legislación a la innovación para que no la coarte y pueda avanzar sin cortapisas.
Más ideas que se dieron fueron conseguir perfiles organolépticos para diferenciar producto y ganar cuotas de mercado internacional es la razón principal por la que cada vez más bodegas se decantan por trabajar con starters personalizados y levaduras a la carta. Actualmente, la mayoría de las bodegas utiliza las mismas variedades de uva y los mismos starters comerciales para la elaboración de sus vinos. De hecho, aproximadamente el 80% de los vinos españoles se producen a partir de 10 variedades de uva, siendo la variedad Tempranillo la que predomina entre todas.
Comunicación
En esta conferencia también quedó claro que la comunicación es vital para seguir recorriendo kilómetros. Existe la necesidad de las empresas de crear estrategias exclusivas de comunicación que informen pero también que emocionen para llegar al público. El objetivo es encontrar detalles que atraigan a los medios, que también por su propia dependencia de la actualidad están muy condicionados a la hora de publicar unos temas y otros, por lo que no es fácil llegar a ellos.
Una charla muy enriquecedora y que demuestra que el vino es un sector que todavía tiene mucha cabida.